Elementos intangibles de María Clara Rossi
Curaduría: Catalina Bunge
Artista: María Clara Rossi
Lugar: Fundación Iturria
Fecha: 27 de marzo al 27 de abril
Elementos intangibles de María Clara Rossi
Hay un aire solemne y una intencionada neutralidad en los rostros de Rossi. Su trabajo se adentra en los enigmas de la identidad, utilizando la audacia como aliada. Retratos en primer plano, a veces de frente, otras de perfil y siempre en gran formato, son pintados con una intensa delicadeza. Sin embargo, detalles aparentemente caprichosos —brillos, piercings, cabellos sueltos— irrumpen como guiños sutiles, invitando al espectador a conectar con la rebeldía latente en cada rostro.
“El significado de las imágenes es mágico”, sugiere Vilém Flusser. Desde las primeras representaciones rupestres, simbólicas y reveladoras, hasta la postproducción digital y las imágenes generadas por inteligencia artificial, el arte ha utilizado la imagen como vehículo para dialogar con el espectador. Ante una imagen, reconstruimos las dimensiones abstraídas que esta contiene, en un acontecimiento casi mágico donde convergen dos intenciones: la del observador y la de la imagen misma.
Hoy, la imagen ha sido elevada a objeto de culto, desbordando su propia naturaleza narrativa y, en ocasiones, perdiendo profundidad. El consumo de imágenes digitales es constante, superficial y efímero: en redes sociales, en internet, en la inmediatez de nuestras pantallas. Nuestra realidad es escenificada a través de millones de partículas cromáticas que se suceden vertiginosamente, moldeando nuestro imaginario. ¿Qué valor le otorgamos a la imagen como fuente? ¿Con qué conciencia la consumimos? Incluso las imágenes más literales pueden albergar múltiples interpretaciones, pero, ¿le damos lugar a ello?
El retrato pictórico no es solo una imagen fija. Es el resultado de horas de dedicación, de inmersión y de negociación entre la artista y el sujeto, un ejercicio de exploración profunda en el otro y en sí misma, para captar lo que escapa a la mirada. Rossi nos propone trascender la imagen como simple representación y adentrarnos en lo intangible de esos rostros, en su carga simbólica y en lo que evocan en nosotros. Nos ofrece un portal para observar más allá de mirar, para conmovernos y conectar con el poder mágico de la imagen.
¿Somos capaces de interpretar su verdadera magnitud? ¿De valorar una imagen más allá de su fugaz aparición?
Catalina Bunge